¿Qué es el estilo nórdico?
Este estilo propone un diseño minimalista. Se proyecta sobre espacios luminosos, de paredes blancas o colores muy claros y se utiliza mobiliario de madera o materiales con acabados maderables, el resultado, espacios amigables y funcionales que adquieren la personalidad del usuario de acuerdo a sus preferencias.
La aparición de este estilo surge de la necesidad de generar productos funcionales, sin elementos visuales o accesorios, que incrementen el costo de producción e implementación, siendo los valores principales de este estilo: la sencillez, el confort y, sobre todo, la funcionalidad. Es perfecto para espacios compactos, donde la idea es ampliar el campo visual a través de los colores luminosos y claros, y el mobiliario presente líneas suaves y rectas que generen continuidad espacial.
Las primeras muestras se presentan en la exposición de Estocolmo del año 1930, una feria de diseño mobiliario, donde los expositores presentaron piezas fabricadas industrialmente, mandando un mensaje político social de transformación: un estilo más accesible y funcional, en contraposición al estilo tradicional artesanal de ese entonces; de esta manera, la fusión de las nuevas tendencias de modernidad y la producción tradicional, dio origen al estilo escandinavo o nórdico, bajo el lema:
“Cosas bellas que hacen tu vida mejor”
En los últimos años, el estilo ha ido adquiriendo importancia y protagonismo, expandiéndose no solo en los países europeos, sino llegando a Estados Unidos en Norteamérica y su consiguiente influencia en países más al sur de América. Es un estilo que se acomoda a los requerimientos de los espacios actuales, en un momento donde la vivienda se ha convertido en un bien que pocos pueden adquirir por su alto costo, proyectar espacios compactos, funcionales y accesibles, está en demanda y es a donde se orienta la tendencia inmobiliaria y constructiva.